Jhonander Ojeda Alemán, junto a un Superpuma del SAR del Ejército del Aire donde sufrió dos accidentes, el segundo de ellos mortal. Hay tragedias que conmueven profundamente a la sociedad y víctimas a las que nunca arrinconará el olvido. Hoy hace cinco años de la muerte de Jhonander Ojeda Alemán, el joven militar de Telde que perdió la vida en un helicóptero del SAR caído al mar el mismo día de su cumpleaños, el 22 de octubre de 2015, solo año y medio después de un primer accidente en el que perdió a cuatro de sus compañeros y él logró sobrevivir casi milagrosamente. El joven sargento Jhonander habría cumplido este jueves 32 años, pero un golpe de fatalidad segó su vida abruptamente cuando regresaba de unas maniobras militares en Senegal junto al capitán José Morales y el teniente Saúl López. El caso, ya muy trágico por la pérdida de tres vidas, acumuló dramatismo en dosis extraordinarias por varios motivos. El primero, el hecho de que el joven sargento hubiese sido año y medio antes e
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Feliz vuelo, queridísima Iballa
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Iballa Socorro, periodista.
La muerte pasa a veces como si una estalactita helada se desprendiera del cielo y dejara junto a tu cuello el rastro gélido de la ausencia de esperanza. Si sucede abrupta e inesperadamente es difícil metabolizar a la vez el impacto casi metálico de la incredulidad y el inevitable sentimiento de desolación. Pero si además quien se ha ido tiene solo 27 años y no ha hecho sino empezar el calentamiento en esa carrera trufada de sorpresas y golpes que es la vida, entonces es como si una maza te hubiera golpeado la cara y sumaras a la consternación el vértigo de saber que alguien ha cruzado demasiado pronto el punto de no retorno. Leo y releo en mi pantalla que Iballa Socorro, periodista de La Provincia, una joven cuya piel era tan blanca como dulce su sonrisa, ha muerto en Costa Rica tras tropezar muy lejos de casa con una dolencia cardiaca y sencillamente no puedo, no me lo quiero creer. Escucho al teléfono un relato de las últimas 72 horas de sus vacaciones abrupta y dramáticamente interrumpidas en Costa Rica y ni aún así puedo acabar de dar crédito a esta noticia horrorosa.
A Iballa la llevo en mi iPad. Tropecé con ella hace unas pocas semanas en la comparecencia de un político y quiso la casualidad que sus ojos de mirada serena quedaran grabados en una secuencia de fotos. Miro ahora una y otra vez esas fotos y no me puedo, no me quiero creer, que la dulce Iballa, la chica que jamás elevaba la voz, la paciente, minuciosa, versátil y tenaz periodista con la que tuve la fortuna de emprender y recorrer un tramo importante del camino en su carrera profesional, la cariñosa joven con la que bajé aquel día la escalera charlando de nimiedades del oficio y de afectos compartidos por algunos de nuestros compañeros de profesión, se haya ido para siempre. Cómo imaginar Iballa, queridísima Iballa, que aquella sería la última sonrisa tuya que tendría la ocasión de atrapar al vuelo antes de que llegara tu taxi y te fueras a escribir, sin perder de vista ni los ritmos del oficio ni la tiranía con que el reloj somete a los periodistas, pero con el mismo aplomo y la misma sensatez calmosa con que tú lo hacías todo.
Se arruinó el domingo, Iballa. Nos dejas tu inteligencia emocional, tu saber manejarte ante cualquier desafío profesional como si en lugar de ir a buscar noticias en escenarios a veces ingratos, el periodismo fuera para ti como sentarte a estudiar e interpretar con delicadeza de orfebre una partitura de piano. Nos dejas tu calma, tu eterna serenidad, la sonrisa plácida con que tú invariablemente escuchabas y afrontabas cualquier encargo, por complejo que éste fuera, por muchas horas que requirieran o por esquivas o pelmazas que fueran las fuentes. Pero sobre todo, Iballa, dulce Iballa, nos dejas tu bondad y esa sonrisa que ya nadie apagará.
Sólo consuela saber que en alguna parte se habrá producido un reencuentro hermoso.
Decenas de inmigrantes confinados en la Casa del Marino de Las Palmas de Gran Canaria se están contagiando de Covid incluso meses después de su llegada a la isla debido a las condiciones de hacinamiento, insalubridad y descontrol que soportan en el recinto. Personas que han estado en contacto con este grupo de inmigrantes, 93 subsaharianos en estos momentos, describen un escenario desolador en el interior de las tres plantas ocupadas por el colectivo: "Las plantas que los alojan no están preparadas para esto. Las condiciones son pésimas. La última vez que subí salí de allí llorando. No se puede ni respirar". La Casa del Marino acoge en estos momentos a 93 inmigrantes y parte de ellos permanecen en el recinto desde principios de año, desde antes de que estallara la crisis del coronavirus. En estos momentos, 42 de ellos están contagiados de Covid, según datos confirmados por Cruz Roja, que tutela el centro de acogida, y por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que
Canarias acumuló este jueves 27 de agosto 327 nuevos casos de Covid, lo que coloca el total autonómico en 3.124 activos en estos momentos. Y subiendo. Es la peor cifra desde el inicio de la pandemia, con rasgos alarmantes en Gran Canaria, que suma 255 de esos nuevos casos en solo 24 horas. El dato es aún más desalentador en Las Palmas de Gran Canaria: con 1.826 activos, 216 nuevos en solo 24 horas, el coronavirus no da tregua a la ciudad, que cabalga ya sin remedio hacia los dos mil casos. Un registro que previsiblemente se alcance en las próximas horas y que cuadruplicará dramáticamente el número de casos activos confirmados el 16 de agosto, es decir, hace solo once días. Pero ni el alarmante aumento de los contagios ni la progresión de hospitalizaciones e ingresos en las UCI ha sido suficiente para que el Gobierno de Canarias, en quien descansa en estos momentos la responsabilidad de controlar esta pandemia en Canarias, endurezca de forma significativa las medidas de contención del
La pandemia avanza sin control: Canarias cierra este domingo 30 de agosto con una nueva cifra récord de contagios de Covid, 367, la mayor parte de ellos en la isla de Gran Canaria. El Archipiélago ha superado el listón de los cuatro mil casos activos (4.021), de los cuales 2.714 se concentran en Gran Canaria y, de ellos, 2.289 en la capital. La cifra de fallecidos también ha subido, tras la muerte de una persona en las últimas 24, lo que coloca el número de óbitos en 174 desde que comenzó la pandemia. La segunda y virulenta ola que padece el Archipiélago se ha cobrado la vida de 12 personas en estas últimas semanas. También sigue aumentando el número total de hospitalizaciones: Canarias tiene en estos momentos 169 hospitalizados y 28 pacientes en las cuidados intensivos. De nuevo, la gran mayoría de ellos corresponden a la isla de Gran Canaria, con 127 hospitalizaciones y 21 personas en las UCI. Este desalentador panorama se produce 72 horas de que el Gobierno de Canarias anunciara un
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